lunes, 10 de febrero de 2014

Entrevista a Alfredo Caro: compromiso social dentro y fuera del laboratorio.

El trabajo científico y el activismo son dos rasgos fundamentales de Alfredo Caro Maldonado. En vísperas de su regreso a España, desde la Universidad de Duke, Durham (EE.UU), este biólogo celular compartió con nosotros, no solamente su trabajo centrado en la muerte celular, el clonado de células y metabolismo, sino también su actividad por mejorar las condiciones de trabajo de los investigadores entre otras causas y su pasión por informar. 

¿Cómo te nace el interés por la biología? 

Haberme criado en el campo, en un pueblo de Granada, tiene mucho que ver. Tuve la suerte de pasar mucho tiempo jugando al aire libre, observando a los bichos y cultivando el  amor por estos. Otro hecho que me influyó fue el vivir de cerca casos de SIDA y cáncer en mi propia familia. 

Tras licenciarte en la Universidad de Granada, ¿qué oportunidades encontraste para continuar tu carrera? 

Al terminar la carrera, estaba muy interesado en genética y conseguí una beca para trabajar en el Instituto de Parasitología
y Biomedicina “López-Neyra” (IPBLN)de Granada perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). De esta experiencia, valoro mucho el conocimiento que reuní aprendiendo todo lo que era hacer ciencia, especialmente, a trabajar las técnicas básicas de mano de una buena maestra como fue María Fedetz. Conforme fui adquiriendo más experiencia, me propuse realizar la tésis en la Universidad de Granada, pero este proyecto no culminó. Entonces, tomé la iniciativa de buscar a gente con intereses investigativos similares a los míos. En la búsqueda, encontré a una compañera investigadora en Barcelona interesada en la muerte celular y la afinidad que tuvimos propició que me trasladara allí a realizar la tésis hasta el 2010. 


 En tu tésis, investigas un nutriente conocido para el público general como es la glucosa y el rol que juega en la muerte de células. ¿Qué aplicación destacarías de tu trabajo?

El título de mi tésis  es “Muerte celular por privación de glucosa”. En este trabajo, descubrimos una nueva forma de muerte celular que lo induce el estrés metabólico por falta de glucosa.  En contexto, por ejemplo, los tumores sufren bastante estrés metabólico porque necesitan más glucosa que el resto de tejidos, y además son muy resistentes a la muerte celular. Por ello, se está empezando a investigar maneras de matar a los tumores mediante tratamientos metabólicos y eso daría pistas de cómo las células tumorales mueren por falta de nutrientes (glucosa principalmente).  

¿Crees que este trabajo te abrió puertas en EE.UU?

Realmente, la descripción que hicimos de este proceso resultó novedosa porque no se conocía antes y pudo ser una baza más.  Pero, para llegar a EE.UU, empecé por hacer un rastreo de laboratorios que prestaran atención a este campo de investigación que quería seguir explorando. A esto, le siguió un bombardeo de solicitudes cuyo frutos fueron dos entrevistas: una para trabajar en Texas y la otra, en Durham. La anécdota fue que estas entrevistas coincidieron con la huelga de pilotos de 2011 y sólo puede presentarme en Durham. Allí, tuve muy buena acogida y el interés por trabajar juntos fue mutuo. 

Dicen que en EE.UU la gente vive para el trabajo y a eso, se suma que la investigación puede ser muy exigente. Sin embargo, has logrado involucrarte en varios frentes allá dónde has estado. ¿Puedes hablarnos más de tu actividad?

Ya en Granada, pasé algunos años involucrado en programas de radio con asociaciones locales en lo que plasmaba mi dedicación al periodismo. Durante mi tésis, formé parte de la Federación de Jóvenes Investigadores que, tras 10 años de presión, consiguió que las becas se erigieran en contrato. En los últimos dos años y medio, me ha resultado  más difícil compaginar ciencia y activismo. Creo que es importante dónde uno esté, trabajar en red y contribuir en lo que pueda. Por ejemplo, en Carolina del Norte (EE.UU), colaboré con el Movimiento Patriótico de Colombia a través de traducciones y un ciclo de cine que sacamos adelante. Especialmente en Estados Unidos, he seguido una cierta discreción para continuar estas colaboraciones. 

Por último, en estos años, ¿qué disposición hay en el ambiente del laboratorio para mejorar las condiciones de los investigadores?

Sinceramente, entre los científicos, a veces me he topado con un cinismo que dificulta el cambio. Entre los más conservadores, el activismo político lo consideran como un riesgo. No obstante, en mi opinión, una pequeña dedicación y el trabajo de equipo entre muchos puede traer grandes logros. Desde luego, celebro este proyecto y tu iniciativa por interesarte en los investigadores. Mucho ánimo. 

Al poco tiempo de esta entrevista, Alfredo se incorporó a un laboratorio en Bilbao. Actualmente, busca tratamientos en cáncer de próstata.
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